Líderes Grandiosos: Defendiendo el valor de equivocarse.
Líderes Grandiosos: Defendiendo el valor de equivocarse.
Vientos (y tormentas) de cambio han golpeado con fuerza nuestra puerta y se han metido en nuestra vida sin previo aviso y sin fecha de caducidad.
A escala global, desde siempre y hoy más que nunca, se necesitan Líderes Grandiosos, aquellos que sumen y multipliquen y se olviden de restar y dividir.
Y es que muchos equipos tendrán que empezar de cero y se necesitarán Líderes que apalanquen el cambio y lo hagan ya, con alma y corazón. El colosal reto es re diseñar el ser y el hacer, en resumen, dibujar la vida otra vez.
La principal grandeza de estos líderes radica en abrazar el valor de equivocarse, de trasgredir los límites de la perfección y obligarse a abrir la mente a los errores que se cometan en los pasos previos al re-aprendizaje.
Desde niños nos han programado mentalmente para censurar el error, para señalarlo en el otro y para eludir su reconocimiento como una oportunidad de aprender nuevas cosas y afianzar nuevas habilidades. Izar la bandera de las equivocaciones es un acto de grandeza, es un acto de valentía, abrir el corazón a ser como niños que estamos aprendiendo a caminar, sin pensar que por fallar somos fracasados, sino que hace parte del proceso y no hay otro camino que caer para levantarnos.
Hoy es urgente, importante y necesario reconciliarnos con la idea del fracaso y la frustración y por supuesto, adoptar las segundas oportunidades como estaciones continuas que nos llevan a repensar, a rehacer, a reintentar.
Queremos defendernos de los señalamientos afirmando que “errar es de humanos” pero no estamos tan abiertos a ser esos humanos que aceptan el valor de equivocarse como un trampolín a nuevas formas de ser y mejores formas de hacer las cosas.
Necesitamos líderes que sean tan atrevidos y arrojados como para aceptar que se vale equivocarnos y que se vale seguir intentando con fallos humanos, técnicos y del entorno. Se vale y se seguirá valiendo hasta que seamos expertos en lo que hoy estamos aprendiendo.
Aquí entonces resumo cuatro grandes atributos esenciales en los Líderes Grandiosos que el mundo necesita YA!
1. Humildad.
El Líder Grandioso se tiene que desprender del personaje de terror lleno de soberbia y orgullo. La grandeza está en la cercanía, en la humanidad y en la percepción de apoyo en vez de recriminación y reproche.
Humildad hoy es la capacidad de verse y ver a su equipo con ojos nuevos.
Este líder acepta su condición de aprendiz y se viste de coraje para reconocer que está aprendiendo junto a su equipo sin ventaja previa y lo hace despojado de la arrogancia del experto.
2. Oídos grandes y boca pequeña
Esta situación excepcional exige una escucha activa y un nivel de juzgamiento mínimo. El Líder Grandioso está alerta a su equipo, a sus necesidades, a su proceso de adaptación y reinvención y reconoce el miedo como un enemigo que se puede (y se debe) evangelizar para girarlo a su favor, convirtiendo los temores en fuerza impulsora para aprender y estar unidos.
3. Auto Re-Diseño
El Líder Grandioso se diseña a sí mismo desde cero con su entorno: hala a su equipo a enamorarse de las nuevas formas de repensar y hacer su trabajo, lidera desde el ejemplo y es amigo de la virtualidad y nuevos modos de asistencia a los clientes para llevar sus productos y servicios al mercado.
Este Líder está presente para su gente, en momentos cruciales de malestar, en donde los viejos esquemas de apoyo ya no funcionan y en donde las personas están desconfiando de sus fortalezas.
4. Visión Transformadora.
El Líder Grandioso que yo propongo es capaz de hacer que su equipo visualice la dimensión de los retos y los alinea con los logros desde la premisa que el mapa anterior ya no sirve.
Este Líder Grandioso orienta las emociones de su equipo como estandarte para construir juntos el nuevo camino, nunca antes andado, nunca antes probado, con toda seguridad lleno de errores e intentos fallidos, y normal en cualquier proceso de cambio.
Es capaz de arrastrar las voluntades hacia lo nuevo, reconectar los sueños de su gente con los nuevos objetivos, ondeando la bandera de la entereza, prometiendo un camino imperfecto, repleto de nuevos descubrimientos a todo nivel y aderezado con muchos aprendizajes que traerán crecimiento para todos.
Y Usted, ¿Es el Líder Grandioso que su vida (y su equipo) necesita?
¿Está dispuesto a equivocarse y a aceptar las equivocaciones de su equipo en este camino al renacimiento?